Debilidad cibernética en la era digital

Cada día observamos una digitalización en aumento en los diferentes ámbitos de la sociedad. Si bien esto representa muchos beneficios, no se debe perder de vista la amenaza del delito cibernético que recae sobre ella. Generándoles a las organizaciones una pérdida de cientos de millones de dólares.


Lamentablemente los costos no son solo de índole financiero, la infraestructura, la unión social, y la estabilidad mental también se ven vulneradas.

Preocupación digital

En los últimos años, el Covid-19 no ha hecho más que acelerar esta mudanza hacia entornos digitales. Un claro ejemplo de ello ha sido el trabajo remoto. El cual requiere de plataformas o tecnologías para desarrollar eficazmente su trabajo. Como: la nube de almacenamiento, internet de las cosas, interfaces de programación de aplicaciones, blockchain, señal 5G y la Inteligencia Artificial.


Aunque estos sistemas ofrecen un abanico de oportunidades debemos estar alerta de dos factores alarmantes. La dependencia de los proveedores de servicios y la fragilidad de la información de los usuarios ante la alta exposición digital.

Inseguridad cibernética

En esta realidad de dependencia generalizada de sistemas digitales cada vez más complejos. Las ciberamenazas están en crecimiento superando la capacidad de los usuarios para evitarlas y erradicarlas eficazmente.


Tal es así que de las cadenas nuevas de suministros físicos nacen nuevas amenazas debido a que dependen de proveedores de tecnología y terceros. Que también resultan vulnerables a este peligro digital.


Según data el Informe de Riesgos Globales 2022, en diciembre de 2021. Se detectó un promedio de 100 intentos de explotación a la vulneración por minuto.


Este mismo informe, que fue publicado por el Foro Económico Mundial, a inicios de 2022, señala que el software de administración y monitoreo de la Tecnología de la Información (TI) muestran el potencial de exposición contagiosa que puede destruir la protección de las cadenas de suministro de ciberseguridad críticas, como lo ocurrido en el ataque Solar Winds Orion, ocurrido a finales del 2020.


No cabe duda de que la actividad maliciosa se está regando como la pólvora, la causa puede tener origen en las crecientes vulnerabilidades, pero también porque hay pocas barreras de entrada para los miembros de la industria del ransonware y poco temor de extradición, juicio o sanción.


El malware no se queda atrás, de acuerdo a la data del Informe de Riesgos, aumentó 358 % en pleno auge de la pandemia (2020), mientras que el ransonware incrementó un 435 %.


No se debe perder de vista al ransonware ya que como servicio facilita que los delincuentes no técnicos realicen ataques, una tendencia que podría intensificarse con la llegada del malware que funciona con Inteligencia Artificial (IA).

Efectos de la debilidad cibernética

Es necesario revisar los casos anteriores de intrusiones cibernéticas, ya que demuestran lo dañinos que pueden ser los ataques en sistemas grandes y estratégicamente importantes como centros médicos, bancos, sistemas de control de tráfico o sistemas de posicionamiento global (GPS).


Lógicamente, la interacción entre la digitalización y las crecientes amenazas cibernéticas tienen resultados intangibles, además es posible que se profundice la desconfianza entre la sociedad, empresa y gobierno.


Se debe estar muy alerta pues las consecuencias de los ciberataques se dan en distintos ámbitos como el empresarial, por ejemplo. Cuando sucede un ataque, las empresas se ven obligadas a pagar costosos rescates o sufrir repercusiones legales, financieras, regulatorias y de reputación, por mencionar algunas.


El efecto de los ciberataques disruptivos podría arruinar económicamente a negocios que no inviertan en protección para su infraestructura digital. Por ello la importancia de adquirir un buen seguro contra los malhechores digitales, de otro modo podría verse afectada la fuerza laboral si el acceso a los datos y la información empieza a perder fluidez.

Si deseas resguardar a tu empresa de los posibles ataques cibernéticos, contáctanos.

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